El yoga facial involucra una serie de técnicas para estirar, masajear, tonificar y ejercitar los músculos de la cara, con el objeto de lograr una apariencia más juvenil, gracias a la recuperación de la elasticidad y fortaleza de los músculos de la cara
La cara tiene, nada más y nada menos, que 43 músculos, cuyas funciones van desde masticar, hacer gestos, hasta la fonación, entre otros.
Como todo músculo, los de la cara también se debilitan, en particular, si no son ejercitados y estimulados. Es aquí donde entra el yoga facial que, gracias a los ejercicios y masajes, favorece la reactivación y tonificación de los músculos, así como la estimulación de la piel, produciendo mayor flujo sanguíneo y regeneración celular.
Por otra parte, uno de los grandes beneficios del yoga facial es que, en pocas semanas, puede lograr cambios notables, en zonas que parecían afectadas para siempre y esto es gracias al efecto del drenaje. Efectivamente, las bolsas debajo de los ojos, la papada, incluso el aumento en el tamaño de la nariz, son signos que van apareciendo con el tiempo y que se suelen considerar casi irreversibles, sin embargo, en muchas ocasiones, no son otra cosa que acumulación de líquido y el masaje constante de esas zonas logra cambios realmente notables.
Constancia
Como toda rutina de ejercicios, para que el yoga facial sea efectivo y se mantenga en el tiempo, se debe practicar regularmente, lo ideal es que sea todos los días. En honor a la verdad, en el caso de esta técnica, lo más correcto es señalar que “lo que fácil llega, fácil se va”, es decir, los resultados son bastante inmediatos, pero el retroceso también lo es, si no se es constante.
Técnica
Aunque lo ideal es que atiendas todo el rostro y cuello, no estás obligada a realizar masajes y ejercicios en cada área, y siempre podrás prestar mayor atención a las zonas que más te interese recuperar, pero lo que sí es fundamental es que lo hagas con cuidado y realizando los ejercicios de manera correcta. No se trata de masajear y apretar de cualquier forma, sino que aplicando las técnicas adecuadas, ya que de no ser así, podrías producir el efecto contrario.
Hidratación y lubricación
Es importante recordar que el yoga facial incide en tres dimensiones: ejercitando y tonificando los músculos de la cara, drenando y estimulando la regeneración de la piel. Es en el caso de ésta última donde debemos tener el mayor de los cuidados, ya que la mayoría de los ejercicios requieren que la piel esté lubricada, para que los dedos se deslicen fácilmente y no produzcan daños.
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